HUMBERTO "CHIQUITA"
GONZALEZ, UN AUTENTICO TRIUNFADOR
Por Juan Carlos Gubi
Humberto "Chiquita" González estuvo
presente en la premiación de la Comisión
de Box del Distrito Federal a lo mejor del boxeo capitalino
durante el 2001, el jueves pasado, y lucía con
la imagen del triunfo reflejada en el rostro.
Ya con varios años en el retiro, el púgil
de Neza indicó que está metido de lleno
en sus negocios y, aunque a veces el gusanito lo "mueve",
sabe que ya no es tiempo para arriesgarse, que tiene
lo suficiente para vivir tranquilo lo que le resta de
vida.
El diminuto peleador, ya un poco regordete, dijo que
la ayuda de su familia fue determinante para decir adiós
al boxeo en el momento adecuado y no estar ni más
ni menos tiempo que el necesario.
Humberto, dueño de gasolineras, salón
para eventos sociales, carnicerías, entre otros
negocios, se dijo afortunado de haber hecho una carrera
exitosa con la promoción del Forum de Los Angeles
y, al último, con la dirección de Top
Rank, que dirige Bob Arum.
Y es que como ya lo hemos comentado otras veces, Humberto
fue el primer peleador mexicano de su peso en darse
el lujo de cobrar un millón y medio de dólares
por una pelea, además de otras sumas importantes
en la serie de tres combates ante el estudunidense Michael
Carbajal, otro guerrero del cuadrilátero que
supo cotizarse cuando estuvo en la cumbre de su carrera.
En la reunión de la CBDF estuvieron ex campeones
del mundo, como Rubén Olivares y Daniel Zaragoza,
quienes en su momento también lograron triunfos
importantes tanto en el ámbito deportivo como
económico, sobre todo el "Púas"
que fue un verdadero ídolo de los aficionados.
La "Chiquita", en su momento, tuvo la gran
ventaja de haber sido manejado por el viejo manager
Lupe Sánchez y luego por Ignacio Beristáin,
quienes a su vez trabajaban con el agente internacional
Rafael "Cobra" Mendoza, un profundo conocedor
del boxeo mexicano y mundial.
No cabe duda que la "Cobra" supo hacer valer
a la "Chiquita" y gritó cuando fue
necesario para sacar el mejor provecho económico
para el peleador.
González, sin duda, fue un peleador con mucha
suerte, pero también fue un hombre que tuvo la
fortuna de contar con el divino poder del "punch"
que lo hizo un noqueador, aunque se debe decir que cuando
salía a boxear en forma técnica lo hacía
muy bien, pero a todos les gustaba más de noqueador,
por lo espectacular de sus finales.
Humberto tuvo derrotas dolorosas ante el filipino
Rolando Pascua, quien subía a esa pelea como
vícitma segura, sin embargo, le aplicó
al de Neza el primer nocaut de su carrera, ante la incredulidad
de los aficionados y, después, Carbajal fue quien
también lo tuvo de cara a las lámparas
en forma dramática, no obstante, se pudo reponer
y siguió su carrera como los grandes, hasta que
llegó Saman Sorjaturong y lo obligó a
retirarse.. ¡Qué tiempos aquellos!...
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